Lamentablemente, son muchas las mujeres que, después de dar el costoso paso para salir de una situación de maltrato, no tienen la suerte de verse acompañadas en el largo recorrido que es interponer una denuncia e intentar rehacer su vida. Esa soledad agrava su situación y hace mucho más difícil la toma de decisiones.
Para hacerlo más duro, a dicho juicio si suelen acudir familiares del maltratador, los cuales lo defienden a capa y espada, llegando a increpar continuamente a la Víctima.